M'Hamid

M'Hamid lugar de interés cultural

M’Hamid El Ghizlane, también conocida como Lamhamid Ghozlane (en árabe llanura de gacelas), es una pequeña ciudad del sur de Marruecos situada en el último de los oasis del valle del alto Draa, entre la cordillera del Atlas y junto al desierto del Sahara. Asentada sobre un palmeral rodeado de montañas que forman las últimas estribaciones del Atlas y batida por las arenas del Sahara, esta aldea destaca por su belleza natural, su cultura tradicional y por considerase como la gran puerta de entrada al desierto del Sahara junto con Merzouga, más al norte y cercana a Marrakech. Su población, de apenas 7.000 habitantes, está formada por mezcla de beduinos y tribus bereberes, los legendarios hombres azules. 

La ciudad destaca por su interés arquitectónico, en particular por la kasbah de El Ghizlane, que data del siglo XV, en el barrio viejo. En su zoco podremos encontrar productos de la zona, almendras, cuscús, henna, azafrán, dátiles etc. Hay también un barrio nuevo, El Rhozlane, con cafés, restaurantes y hoteles a pie de carretera. 

M’Hamid, por considerarse el último gran oasis que uno encuentra en el camino hacia el sur, hacia el Gran Sahara, históricamente constituía un punto muy importante, como lugar donde se reunían caravanas comerciales (algunas de hasta 5.000 camellos) antes de partir hacia Tombuctú y el África negra. Poca información se encuentra sobre su importancia histórica en guías turísticas o en sitios web, pero los lugareños expertos comparten los hechos y las vivencias con gran orgullo y un toque de melancolía.

Hoy es un centro del turismo de desierto, tranquilo y no masificado. M’Hamid recibe menos visitantes que Merzouga y podría decirse que es más auténtico. Sin embargo, también es más remoto y menos accesible. M’hamid se encuentra a unas 8 horas en coche de Marrakech y a 5 horas de Ouarzazate. Y justo ahí reside gran parte de su encanto. Esta puerta mágica de entrada al desierto del Sáhara guarda las dunas de arena más impresionantes de Marruecos, Erg Chegaga, un enorme mar de dunas dentro del gran océano que forma el desierto del Sahara. 

El festival de música Taragalte, celebrado en M’Hamid todos los años en otoño, pone de relieve también la importancia de la música como una parte integral de la cultura local, influenciada por las tradiciones árabes, bereberes y subsaharianas. Coexisten diferentes estilos de música típicos de los oasis del sur del valle del Draa. En la localidad de M’Hamid hay varias  escuelas de música de donde proceden algunos conocidos músicos como Said Taragalte. Además este es uno de los mejores lugares del mundo para observar las estrellas por la bajísima contaminación lumínica de su cielo, y te ofrece la posibilidad de adentrarte en la cultura bereber, conocer la hospitalidad de los beduinos y probar la gastronomía marroquí más auténtica.